Si hay un lugar en el que se ponga a prueba la verdadera capacidad de una empresa de limpieza, son los grandes centros hospitalarios, donde la limpieza no es una cuestión estética ni de mera higiene pública sino un fundamento sanitario de primer orden.

Cuando se trata de limpieza hospitalaria no hay atajos. Un alto nivel de higiene es necesario, y al mismo tiempo el trabajo se ha de ejecutar de una manera ergonómica y eficiente.

La alta demanda de higiene en la limpieza hospitalaria conlleva que la frecuencia de la limpieza debe ser alta y los utensilios de limpieza deberían estar excesivamente controlados.

Nuestra entidad, no solo cumple esta forma de trabajo, sino que se encarga de llevar a cabo toda la atención que merece la higiene en todas nuestras limpiezas y especialmente en las limpiezas hospitalarias.